lunes, 7 de julio de 2014

Mi primera Crónica. Primera parte

A parte de los trip que me doy. Pues, quisiera compartirles que estudio periodismo. En mis prácticas, escribí esta crónica en el 2013. Es la primera que he escribido hasta este momento. Espero que la disfruten...


Mujer… Graffitera?

Cuando a veces escuchamos comentarios sobre graffitis en El Salvador. Las personas lo relacionan con el sexo masculino. Esta expresión de arte urbana, al igual que otras áreas, también tiene mujeres exponentes.

Foto por Cindy Bennetta

El comienzo de todos, la ilegalidad

“Cuando comienzas en esto, comienzas como todos, ilegal” me dijo Yerly mientras desayunábamos en una pupusería del centro de San Salvador. Todo empezó en el año 2011 cuando le dijo a un amigo que quería ir a pintar “bombitas”, este es un tipo de graffiti que aprenden hacer “los nuevos”, el cual consiste en hacer letras casi redondas que toman la apariencia de una nube con una rápida pintada de fondo. Su interés nació debido a que sus amigos también eran graffiteros. Al principio tenía miedo porque no había muchas chicas que lo hacían.

 En el 2007 fue el comienzo de Andreina Garay de 23 años, conocida como Kaeru y ex compañera de “pinta” de Yerly, es una graffitera que pertenece al crew ACME. Ella aceptó que al principio se hace por “rebeldía”. Lo que mi protagonista afirmó llamándole “etapa de rebeldía” donde le “valía todo” y se “desenfocaba del estudio”.
En esos días que pintaba ilegalmente, estaba en ella arruinar a través de plasmar su tag en la propiedad privada. Por hacer eso, experimentó doblemente estar en uno de los lugares que nadie quisiera estar: las bartolinas. Con mucha confianza me compartió lo siguiente:

“Me llevaron detenida dos veces. La primera, andaba con un amigo y nos detuvieron los soldados en el centro (San Salvador)… tres días”. A lo que ella agregó arrepentida: “Esa fue la gota que derramó el vaso en mi casa. Antes solo decían: “solo es una pila de ella, ya se le va a quitar, es cosa de niños””. Compartí mi empatía, pero lo que más me impactó fueron las palabras dichas por la mamá de Yerly que ella nunca olvidará: “…Yo sé que no estas acá porque hayas robado o matado a alguien. No es nada grave. Esto lo veo como un castigo por todas las cosas que has estado haciendo. Yo no estoy de acuerdo en todo lo que vos hagas, pero yo te apoyo”.

Su segunda vez cambió completamente el camino por donde se estaba yendo con el graffiti: “estuve seis días, los del CAM (Cuerpo de Agentes Metropolitanos) nos detuvieron. Nos trataron como que si fuéramos terroristas. Uno de ellos me golpeó la cara…”. Estos dos sucesos ocurrieron hace dos años.

A pesar de ello siguió pintando. Cuando reflexivamente me dijo: “llegué a un punto donde pensé que puedo llegar a hacer algo mejor que esto”. Después de lo sucedido, comenzó a pedir permiso a los dueños de los muros para convertir el graffiti en legal y agradable al público. Con el paso del tiempo, sus padres comenzaron a ver que ella era contratada por personas que querían ver su arte en los negocios donde ella pintaba. Además, llegaba a la casa con premios que se ganaba en las competencias. Por esos incentivos, se interesaron más por lo que ella hace.

una sola persona, Yerly E ivonne

Mide casi 1.50 metros, con piel morena, cabello corto negro y cuerpo robusto. Ivonne Elisa Reyes López es el nombre y significado de lo que resultó su tag: Yerly, el cual deja en cada graffiti que ha pintado en muros de San Salvador y en competencias que ha participado. La “y” sustituye la “i” de su primer nombre y la otra esta por el atractivo simétrico que le da a su tag, me explicó la graffitera, que en esta crónica la llamaré como la conocen en la escena, Yerly.

Cuscatlán Fest. Yerly comenzando a plasmar su boceto. Foto por Cindy Bennetta
Ella es una chica de 22 años que pertenece al crew (grupo) Aero Psycho Kids (APK). Estudia segundo año de arquitectura en la Escuela Especializada en Ingeniería ITCA-FEPADE ubicada en el municipio de Santa Tecla, departamento de La Libertad. De lunes a viernes su rutina comienza desde las 4:00 am. A partir de las 7:00 am Ivonne, la futura arquitecta entra a su clase y deja a Yerly en la calle. No es que tenga una doble personalidad, pero me explicó su razón por separar a Ivonne y Yerly. Siente que hay momentos en los que debe tener cierto grado de seriedad y mostrar su lado humano. Aunque, admitió que tiene un poco de pena que sepan su parte graffitera en el lugar donde estudia.

Sin embargo, más de un compañero sabe lo que ella hace cuando esta fuera del ITCA, pero muchos no pudieron sospechar su ausencia en la clase de las 2:00 pm del viernes 18 de octubre de 2013 cuando nos fuimos con su crew APK y yo a un festival que se  realizó en Cojutepeque, departamento de Cuscatlán.

Está era la segunda vez que miraba a Yerly. Nos reunimos a las 8:30 am en las afuera del ITCA. Después de nuestras primeras clases, me incluyo porque a las 7:00 am recibo clases de inglés allí, llegué corriendo porque la esperaba en otro lugar. Cuando la salude estaba sentada en una de las bancas que están ubicadas cerca del Centro Escolar Católico “Alberto Masferrer”. La encontré paciente y muy pensativa, entonces le pregunté “¿qué le pasaba?” Ella me respondió que odiaba a la gente impuntual y que había otros dos de sus mejores amigos  y miembros del crew esperándola en el centro de San Salvador. Luego de media hora de espera, llegaron sus otros dos amigos. Partimos hacia el festival. Después de una hora de camino hacia Cojutepeque, por primera vez en mi vida me di cuenta de todo el proceso que tiene hacer un graffiti, cosa que antes ignoraba.

Un lugar donde no solo ganas. la competencia

Con casi dos años de “graffitiar”, en el presente año logró obtener el primer lugar en la competencia de graffiti, categoría femenina organizada por el INJUVE. Aunque Yerly me aseguró y mostró su feminismo desacuerdo por la división entre masculino-experto y femenino. En una competencia general realizada hace dos años en Apopa, departamento de San Salvador, participó entre hombres  donde demostró que no solo es buena entre mujeres.

Casa de Kaeru. Mostrando boceto plasmado cerca de la casa donde vivía antes en Colonia Altavista, San Salvador. Foto por Cindy Bennetta 
Respecto a la categorización en las competencias, la subdirectora de Inclusión Social, Ambiental y Cultural del INJUVE, Dinora Alfaro, comentó que no estaba muy enterada de esa parte, pero que el evento anual Juven Tour tiene el objetivo de generar espacios para todas las ramas de expresión juvenil. Además, opinó que nuestra cultura está muy cerrada a  diferentes expresiones juveniles, como el graffiti, porque las seguimos considerando violentas y que pertenecen a una subcultura con falta de mucha aceptación. En contra parte, el antropólogo de la Universidad Nacional de El Salvador (UES) Álvaro Sermeño criticó que en ese tipo eventos se impongan temas cuando el artista puede proponer la temática de su dibujo, ya que las instituciones gubernamentales y partidos políticos organizan estos eventos para justificar que se están realizando proyectos orientados hacia los jóvenes.

En cuanto a la opinión de los expertos, Yerly me aseguró contenta que cada vez que hace graffiti se gana credibilidad por parte de las personas porque cuando la gente ve que hacen bien las cosas, se convencen que el graffiti no es nada malo. Esto pude comprobarlo en Cojutepeque cuando estaba viendo, soportando el sol, cómo pintaban los graffiteros de APK.

Cuando llegamos al festival casi a las 12:00 am, me senté junto con los APK para ver y escuchar cómo iban a estar distribuidos sus bocetos (dibujos) en la tabla. Mientras bromeábamos que Yerly sería famosa porque les comenté que estaba escribiendo sobre ella, Yerly fue a traer los sprays (pintura en aerosol) y nuestros refrigerios con uno de los miembros del crew. Luego de un ligero descanso, nos dirigimos hacia el lugar que estaba especialmente reservado para ellos.

Bajo un intenso sol del mediodía y m cucha gente alrededor, Yerly comenzó a trazar unas líneas que yo no entendía. Cada línea que iba dibujando en la tabla, no comprendía que después de ese garabato iba a tener como producto final un lémur. Este mismo proceso se hace también cuando participan en competencias, en este caso, el dibujo tiene un poco más de planificación.

Pieza final. El dibujo de un lémur fue el aporte de Yerly  a su crew  para Cuscatlán Fest. Foto por Cindy Bennetta
Cuatro horas habían pasado, aproximadamente, con los APK en aquel lugar donde no conocía a nadie. A pesar del calor y las quemadas de sol en la piel, APK siempre estuvieron muy optimistas. Entre medio de chistes se nos olvidó que teníamos hambre y que nos “asábamos” bajo 25 grados centígrados. A veces, nos íbamos a “turistear” a los alrededores del parque en el que se observaban demostraciones de skateboarding,  por parte de los patinadores locales; concursos de canto de rap; y jóvenes bailando breakdance.

Por costumbre, a cada lugar que voy, me gusta traer un recuerdo. Ese día nos dieron una camiseta alusiva al evento: Cuscatlán Fest. Le pedí a un miembro de APK que pintará en ella: “Sk-itty was in Cuscatlán”. Eso captó la atención de los lugareños, y comenzaron a preguntarle al chico si podía hacer lo mismo que tenía mi “recuerdo” en sus camisas.
Normalmente, cuando se realizan competencias organizadas por instituciones gubernamentales, les dan una tabla grande de madera, spray de colores y la temática para que desarrollen su dibujo. En este caso, fue casi lo mismo, pero sin temática. Fue una demostración en la cual habían otros crews dibujando cosas que no tenían mucho que ver con el objetivo del festival: recordar a dos diputados que murieron en un accidente automovilístico.

Antes de partir les pregunté: ¿cómo iban hacer para llevarse esa gran “tabla”? Uno de ellos me dijo: “aquí la vamos a dejar”. La subdirectora del INJUVE me explicaba que los dibujos que hacen los crews quedan en exposiciones permanentes instaladas en diferentes Centros Juveniles del país.

Yerly y los demás miembros de APK me prometieron que regresaríamos a San Salvador a las 3:00 pm. En realidad, partimos a las 5:30 pm cuando ya estaba oscureciendo. Una neblina muy blanca nos envolvía en la parada de bus. Solo pasamos a comprar una libra de chorizos que son muy propios, famosos y conocidos en ese lugar como “putifarra”. A las 6:40 pm, Yerly se bajó del bus en la entrada de Soyapango (municipio de San Salvador) y me dijo: “hablamos más noche en el “face” (Facebook)”, y yo seguí mi camino junto a sus amigos. Como a las 8:30 pm recibí  un mensaje de ella en Facebook que decía: “gracias por el lindo día”.

Una reflexión que Yerly siempre tiene cuando finaliza un graffito es: “hacerlo mejor a la próxima porque así debe de ser. Vos tenés que ir buscando ser mejor en cualquier cosa que hagas”. El reconocimiento y la pintura es lo que menos importa porque de parte de ella jamás escuché y escucharás: “yo hago graffitis”  porque ella piensa que presume al decir esa frase a los demás...

ESTÁS INVITADO A LEER LA SEGUNDA PARTE:
http://bennettatripandenjoy.blogspot.com/2014/07/mi-primera-cronica-segunda-parte.html

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